No fue un partido cualquiera porque también las niñas se unieron al juego...y nos reímos un montón.

Algunos fuimos al suelo pero por apurarnos a sacarle la pelota al compañero...y bueno, un tropezón no es caída.




Como cometimos un penal, tuvimos que tirar un penal y Catalina fue la encargada de hacerlo. El juez primero organizó el área para evitar accidentes porque parece que la que patea no está muy acostumbrada a hacerlo.
Lo bueno es que las niñas también tengan la posibilidad de divertirse como lo hacen los varones y además...¿Quién dijo que el fútbol solo es un deporte para varones, si todos disfrutamos un montón?

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