CUENTO " LOS BICHITOS DEL ARROYO "
PEDIDO URGENTE
Señorita maestra:
Le escribo esta carta para hacerle un pedido "urgente", en nombre de los bichitos del arroyo.
PEDIDO URGENTE
Señorita maestra:
Le escribo esta carta para hacerle un pedido "urgente", en nombre de los bichitos del arroyo.
Debo aclararle que solamente conozco de oído el idioma de los bichitos pero comprendo muy bien sus problemas porque ellos son mis amigos.
Le cuento que, como todas las tardes, al regresar de la escuela me divierto con los festejos de de mi perrito Puky, reparto besos en casa, dejo la túnica y vamos de paseo al arroyo juntos: mi perrito y yo.
Allí conocemos a un montón de amiguitos con los que nos divertimos mucho.
Yo me siento bajo el árbol a hacer los deberes, y al rato veo que Puky se pone a jugar con las ranas, a sus juegos predilectos: "el salto de rana" y "el rango". A ellas les encanta que él participe, siempre que se agache bien para que puedan saltarle por encima. También hemos aprendido mucho de los bichitos del arroyo.
Un día, mientras Puky desenterraba un hueso que él había escondido personalmente, se encontró con una lombriz que, haciéndole cosquillas en la nariz, protestaba por el derrumbe de los pequeños túneles que había hecho en la tierra para dejarla blanda y aireada, y que las plantan crezcan sanas y fuertes, como nos enseñó usted, maestra. Además aprendemos de la paciencia del caracol, que anda despacito, despacito, con su casa como mochila y sus ojos en los cuernitos; espía un poco y los esconde rapidito.
Son también nuestros amigos, las tortugas y los peces, y cuando se acerca la noche, comienzan a afinar sus instrumentos los grillos, esos mismos saltarines, que esperan que salga la luna para dar su nota en el concierto nocturno del arroyo.
Pero la otra tarde, señorita, corrió por el arroyo un rumor contaminante. Lo supimos cuando Puky iba a meter su lengua sedienta en el agua.
"¡ No! ¡No bebas, Puky!", fue el aviso de nuestros amiguitos que, asustados, saltaban por todos lados tratando de distraerlo para que no bebiera. Entonces vi las primeras manchas flotando en el agua.
"¿ Y qué es eso?", pregunté y los bichitos hicieron silencio mientras sus ojos asustados miraban fijos arroyo arriba. Lo que había eran unas latas derramándose, en las que se leía "Desechos".
Con la ayuda de papá lo hemos limpiado maestra, porque usted sabe el daño grave que causa ésto, ya sean residuos industriales, cloacales o atmosféricos.
Destruyen todo, se contamina el agua, el aire y el suelo, desaparecerían nuestros amigos y podrían intoxicar hasta los alimentos que comemos.
Por eso es que le escribo haciéndole este pedido urgente en nombre de los bichitos del arroyo:
¡"Cuéntele a los chicos, maestra !".
Porque sé que está en sus manos educar a muchos niños como a mis compañeros de escuela, ellos les contarán a sus padres, y juntos, entre todos, mantendremos limpio el Planeta Tierra. Se despide con un beso
Pablito.
P/D: Voy a contarle a mis amigos del arroyo que le escribí a usted y le expliqué la urgencia del caso.
CARTA DE AGRADECIMIENTO
Señorita maestra:
Le agradezco mucho en nombre de los bichitos del arroyo y del mío.
Ya se ven los primeros resultados, solamente con leer mi carta en la clase, ha hecho que todos los niños que la oyeron estén atentos al problema.
Por otra parte, mis amiguitos del arroyo le quieren aclarar que no sienten rencor por aquellas personas que contaminaron el agua. Saben que en el fondo no había maldad, sino simplemente ignorancia.
La quiero mucho
Pablito.
P/D: Éstas son las firmas de agradecimiento de mis amigos que, desde ahora, también son los suyos:
"Los bichitos del arroyo"
Material extraído de la Colección "Valores Humanos".
Espero que a todos nos ayude a pensar en que juntos podemos cuidar al Medio Ambiente.
Le cuento que, como todas las tardes, al regresar de la escuela me divierto con los festejos de de mi perrito Puky, reparto besos en casa, dejo la túnica y vamos de paseo al arroyo juntos: mi perrito y yo.
Allí conocemos a un montón de amiguitos con los que nos divertimos mucho.
Yo me siento bajo el árbol a hacer los deberes, y al rato veo que Puky se pone a jugar con las ranas, a sus juegos predilectos: "el salto de rana" y "el rango". A ellas les encanta que él participe, siempre que se agache bien para que puedan saltarle por encima. También hemos aprendido mucho de los bichitos del arroyo.
Un día, mientras Puky desenterraba un hueso que él había escondido personalmente, se encontró con una lombriz que, haciéndole cosquillas en la nariz, protestaba por el derrumbe de los pequeños túneles que había hecho en la tierra para dejarla blanda y aireada, y que las plantan crezcan sanas y fuertes, como nos enseñó usted, maestra. Además aprendemos de la paciencia del caracol, que anda despacito, despacito, con su casa como mochila y sus ojos en los cuernitos; espía un poco y los esconde rapidito.
Son también nuestros amigos, las tortugas y los peces, y cuando se acerca la noche, comienzan a afinar sus instrumentos los grillos, esos mismos saltarines, que esperan que salga la luna para dar su nota en el concierto nocturno del arroyo.
Pero la otra tarde, señorita, corrió por el arroyo un rumor contaminante. Lo supimos cuando Puky iba a meter su lengua sedienta en el agua.
"¡ No! ¡No bebas, Puky!", fue el aviso de nuestros amiguitos que, asustados, saltaban por todos lados tratando de distraerlo para que no bebiera. Entonces vi las primeras manchas flotando en el agua.
"¿ Y qué es eso?", pregunté y los bichitos hicieron silencio mientras sus ojos asustados miraban fijos arroyo arriba. Lo que había eran unas latas derramándose, en las que se leía "Desechos".
Con la ayuda de papá lo hemos limpiado maestra, porque usted sabe el daño grave que causa ésto, ya sean residuos industriales, cloacales o atmosféricos.
Destruyen todo, se contamina el agua, el aire y el suelo, desaparecerían nuestros amigos y podrían intoxicar hasta los alimentos que comemos.
Por eso es que le escribo haciéndole este pedido urgente en nombre de los bichitos del arroyo:
¡"Cuéntele a los chicos, maestra !".
Porque sé que está en sus manos educar a muchos niños como a mis compañeros de escuela, ellos les contarán a sus padres, y juntos, entre todos, mantendremos limpio el Planeta Tierra. Se despide con un beso
Pablito.
P/D: Voy a contarle a mis amigos del arroyo que le escribí a usted y le expliqué la urgencia del caso.
CARTA DE AGRADECIMIENTO
Señorita maestra:
Le agradezco mucho en nombre de los bichitos del arroyo y del mío.
Ya se ven los primeros resultados, solamente con leer mi carta en la clase, ha hecho que todos los niños que la oyeron estén atentos al problema.
Por otra parte, mis amiguitos del arroyo le quieren aclarar que no sienten rencor por aquellas personas que contaminaron el agua. Saben que en el fondo no había maldad, sino simplemente ignorancia.
La quiero mucho
Pablito.
P/D: Éstas son las firmas de agradecimiento de mis amigos que, desde ahora, también son los suyos:
"Los bichitos del arroyo"
Material extraído de la Colección "Valores Humanos".
Espero que a todos nos ayude a pensar en que juntos podemos cuidar al Medio Ambiente.
3 comentarios:
Buenísimo el cuento. Nos gustó leerlo y mirar las láminas. Trabajamos en la clase con la secuencia. Felicitaciones!!
Gracias por compartir este cuento que más que cuento es un mensaje que debe llegarnos a todos y todas porque es responsabilidad nuestra comenzar a desarrollar acciones que permitan mejorar la salud del PLANETA para que la vida siga siendo posible
Gracias por compartir este cuento en maestrosenred, super interesante, lo estaremos leyendo en nuestras clases, adelante con este blog que está muy bueno. Carol y Javier de Tacuarembó.
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